Si mi piedra cruza tu conciencia
entonces será una linda coincidencia.
y qué me importa si es parte
de tus teorías y problemáticas
de la realidad.
Para mi la piedra es mi llanto,
es mi nostalgia,
es el hambre de mi pobla
y el maltrato de mi calle.
Si mi piedra alimenta tu pacifismo
o tu rebeldía acomodada,
no me importa.
Mi piedra no es un grito de auxilio,
es mi grito de desolación
ese silenciado eternamente;
aquel que intenta recuperar
la poca dignidad que me queda
y me dejaron.
Si mi piedra hace estallar tu odio,
tu admiración -espectador complice-
solo será la anecdota de tu marcha.
Por mi parte , mi piedra es mi hermana
la que nunca me dejo,
con la que vivo de almohada
y las que patie cuando niño
a estadio lleno;
es el arma de mi historia
y de mi casa.
Si ser pobre es mi condena
entonces me llevaré al infierno
a todos los que pueda.
Mientras viva estaré ahí,
en cada marcha en cada protesta,
estaré ahí recordandote
que en este mundo nada a cambiado
y que mi piedra
es parte de esta obra de teatro
y de todas estas quimeras.
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